Avanza el desierto en la Patagonia
La Patagonia Argentina es una de los áreas con paisajes y riquezas muy importantes del sur del continente.
Pero la otra cara de la Patagonia es el paulatino avance de el desierto, no solo en las zonas áridas naturalmente sino que se extiende cada vez más la erosión del suelo y la desertificación que ya afecta a alrededor del 80% con diferentes grados. Lo que representa un tercio del terreno, que se convirtió en infertil.
4 millones de hectáreas sufren la erosión del suelo en un nivel grave en la Patagonia.
Aunque las condiciones climáticas y del suelo naturalmente son propensos a la erosión en la Patagonia, la acción de las actividades humanas aceleran este proceso natural y lo profundiza notablemente la situación ambiental.
El sobrepastoreo de ovejas, cabras; la extracción y destrucción de arbustos y vegetación autóctona y la expansión de la frontera agropecuaria son algunas de las razones por la que estas tierras se vuelvan desiertos.
La falta de planificación y control del uso del suelo provoca que se destruya las condiciones naturales del suelo, que luego para recuperarlo en caso de que sea posible, requiere de mucho tiempo, dinero, recursos humanos y tecnológicos para hacerlo.
Este tipo de preceso ambiental se puede detener y mejorar pero se requiere de trabajo de los estados nacionales, provinciales y locales para coordinar acciones entre los mismos que permitan establecer políticas efectivas para que estas tierras no queden inutilizados. Y evitar un impacto importante económico y social en toda el área.
En el desierto no podemos realizar actividades económicas ni productivas, y la vida es casi imposible. Por lo que no se puede dejar de que tanto territorio se transforme en un desierto ya que complicaría a las poblaciones existentes en las zonas.
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