BP intenta limpiar la mancha
BP (British Petroleum), tal como anunció el presidente Obama, se está encargando de taponar la hemorragia de crudo que escupe cada día la antigua plataforma del Golfo de México. Sin embargo, las noticias que nos llegan no son nada positivas. Según han informado fuentes de BP, el último intento de colocar una cúpula de acero sobre la fuga no ha dado resultados. Unos cristales de hielo desbarataron el acople de la cúpula al obstruir el conducto por el que el crudo debe bombearse al depósito de los barcos. La operación es colosal; para hacerse una idea basta con entender que la cúpula tiene la altura de un edificio de cuatro plantas y pesa cerca de 100 toneladas, que deben hundirse a una profundidad de 1500 metros.
Todo sea por detener la fuga que vierte cada día al mar el equivalente a 5.000 barriles de crudo. Pero es que BP ha movilizado a unos 2.000 trabajadores propios con el objetivo de limpiar la contaminación del vertido en las costas de Luisiana, Mississippi, Alabama y Florida. Las gentes de BP han asumido la mayor parte de la responsabilidad de la catástrofe y están actuando en consecuencia.
BP ha decidido de igual modo contratar pescadores en los estados del sur que colaboren en las tareas de saneamiento. De hecho, es poco más lo que pueden hacer desde que se decretase la prohibición de pesca en la zona.
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