Como se recicla el papel
Dentro de los diferentes tipos de reciclaje que podemos encontrar, uno de los más importantes es el reciclaje de papel, el cual ayuda a preservar el medio ambiente de la manera en el que lo conocemos, ya que el uso de papel está directamente relacionado con la tala indiscriminada de árboles y bosques, los cuales, si seguimos el ritmo de vida actual en el que se consume una gran cantidad de materia prima derivada de la producción de papel, se verían en una posición crítica que afectaría de manera radical a la conservación de los principales ecosistemas del planeta.
Hoy queremos dedicar esta entrada a descubrir todos los secretos que guarda el reciclaje de papel, un proceso de recuperación a través del cual se aprovecha el papel previamente utilizado, para poder transformarlo en un nuevo producto de papel que puede volver a poseer una utilidad.
Dentro de el reciclaje de papel como proceso, encontramos tres diferentes categorías a través de las cuales el papel usado puede convertirse en la materia prima del papel reciclado: el papel molido, los desechos de post-consumo y los desechos de pre-consumo.
El primero de ellos, el papel molido, es una mezcla de recortes y trozos de papel que provienen de la manufactura de la industria del papel, los cuales son reciclados en la mayoría de casos de manera interna y automática por la misma fábrica de papel.
La segunda de las categorías, la que pertenece a los desecho de post consumo son materiales sin uso que el consumidor ya ha gastado y rechaza, tal y como pueden ser libros viejos, revistas, catálogos de tiendas o periódicos.
La categoría final, la que se corresponde con los desechos de pre consumo, son aquellos que, pese a que ya han pasado directamente por el filtro de la fábrica de papel, han sido rechazados antes de tener una utilidad, ya sea por defecto de fábrica, o por calidad del papel, lo cuales vuelven a prepararse para volver al círculo de consumo y poder tener de esta manera una nueva utilidad.
¿Cómo se recicla el papel?
El proceso actual a través del cual se reciclan las tres diferentes categorías de desechos de papel de los que os hablábamos más arriba, es el mismo: se produce una reducción a una pasta de papel que en combinación con una nueva pasta (procedente en su mayoría de casos de la madera) crea un nuevo tipo de producto al que se denomina bajo el nombre de papel reciclado.
El proceso de reciclaje del papel tiene sus consecuencias sobre el producto final, y es que este proceso industrial en el que se mezclan dos diferentes pasta de papel provoca una ruptura de las fibras de este, produciendo una disminución en la calidad del mismo. Esto puede subsanarse a través de la mayor adición de nuevas fibras de madera, lo cual será sinónimo de un producto final de mayor calidad.
Sin embargo, ¿resulta tan determinante la calidad del proceso final para pensarse el utilizar productos de papel provenientes del reciclado?, la respuesta es claramente no, ya que en la mayoría de usos que damos al papel a lo largo de nuestro día a día son caducos, fugaces, es decir, están condenados a que tarde o temprano los eliminemos o los desechemos a la basura.
Por ejemplo, tenemos un estudiante que día tras día usa un cuaderno para anotar sus apuntes en clase, el cual posee un alto porcentaje de papel reciclado. ¿Resulta determinante el hecho de que la clase de papel que utiliza sea de menor calidad, es decir, posea un tacto más rugoso y una coloración más amarillenta?, desde luego que no, ya que tarde o temprano este estudiante guardará, olvidará o simplemente tirará a la basura ese cuaderno.
Esto no sucede por ejemplo, con los papeles de altas calidades que son empleados por artistas, pintores o restauradores que necesitan un papel de calidad, con una gran cantidad de fibra de algodón que les ofrezca durabilidad de la intensidad de los colores, así como una conservación alta a lo largo de los años, e incluso de siglos.
Tipos de papel que se pueden reciclar
Hoy en día, podemos reciclar todo tipo de papeles, sea cual sea su procedencia, aunque por supuesto cabe mencionar que existen algunos tipos de papel que son mucho más difíciles de reciclar que otros.
Los papeles que se encuentran recubiertos por una superficie plástica o de aluminio, así como los papeles encerados, engomados o pegados, son los que suelen apartarse del proceso básico de reciclado, ya que a lo largo del proceso hay que separar el papel como tal de su recubrimiento, lo que encarece de manera importante su producción dejando de ser interesante para los fabricantes.
Lo mismo sucede por ejemplo, con los papeles de envolver que estamos acostumbrados a ver en nuestros regalos, los cuales están fabricados de por sí con una pasta de papel de tan baja calidad, que ni siquiera vale la pena invertir dinero y energía en el proceso de reciclarlo.
Por lo demás, casi todos los papeles con los que entramos en contacto a lo largo de nuestra rutina diaria, podrían ser reciclados sin ningún tipo de dificultad, ya que tanto estudiantes, amas de casa como empleados de oficina interactúan con papeles del tipo de libretas, papel de cocina, envoltorios de alimentos, folletos de negocios, entre un gran etcétera, los cuales pueden (y deben) ser reciclados sin ningún tipo de problemas.
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