Contaminación de partículas finas

Hay una polución casi invisible generada por los vehículos, particularmente los diésel, y la actividad industrial. Esta polución a base de partículas finas puede provocar problemas respiratorios y cardiovasculares, aparte de incrementar el riesgo de cáncer. Se estima que estas partículas son las responsables de 37000 muertes prematuras en la Unión Europea. Se estima, de igual modo, que entre el 40 y el 60% de estas partículas contaminantes en suspesión proceden del tráfico de todo tipo de vehículos. Hay dos tipos de estas partículas finas: las PM10, de entre 2,5 y 10 micrómetros y las PM 2,5 inferiores a 2,5 micrómetros y que son las más nocivas para la salud porque duran más, viajan más lejos y penetran más fácilmente en el sistema respiratorio de los seres humanos.

La lista de enfermedades que causan o favorecen estas partículas finas es bien nutrida: aumento de la enfermedad por trastornos respiratorios, cardiovasculares y cancerígenos, así como asma, neumonía, bronquitis, obstrrucciones respiratorias crónicas, además de nacimientos y muertes prematuras. Esta polución de partículas finas puede recortar la esperanza de vida hasta en tres años. Hay estudios que indican que el nivel permitido de estas partículas se dobla tanto en la UE como en EEUU.

Aparte de los vehículos, otros causantes de esta polución son la actividad industrial, la actividad agrícola, las calefacciones, los equipos de aire acondicionado y los aerosoles.

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