El ajo

El ajo es uno de los alimentos más completos que existen y, en el caso de las plantas medicinales o como elemento para curar sin duda, es uno de los más efectivos que podemos encontrar en el panorama actual. En cualquier caso, esta planta hortícola se lleva utilizando desde tiempos muy remotos como terapia curativa e incluso, ha ayudado a muchas civilizaciones con respecto al dolor de muelas y otras dolencias comunes que solo parecen calmarse con sustancias químicas tales como pastillas. Hasta tal punto ha llegado a valorarse el consumo del ajo, que ha supuesto toda una garantía en la industria alimenticia por ello, en este artículo vamos a hablar un poco más acerca de las características generales del ajo.

¿Cuáles son las principales características del ajo?

El ajo puede presumir de ser uno de los elementos principales de cualquier dieta que se precie sobre todo, si atendemos a la dieta mediterránea. Para hablar de las características de interés con las que cuenta el ajo primero, tendremos que saber que existen diferentes variedades que dependen de un par de factores; el color del diente (blanco, rojo o rosa) y la precocidad que está relacionado con el tiempo que tardan en madurar y en función de esto, se consumirían de una manera o de otra distinta.

Consumo-de-ajo

Centrándonos en las características principales que comprenden al ajo, diremos que es una planta de hoja perenne, de tallos subterráneos que en los climas fríos o templados florece con mucha más dificultad. Como ya hemos comentado, el fruto se puede consumir de dos maneras diferentes por un lado, tenemos el "ajete" que se hace de forma fresca y por otro, contamos con los mismos dientes secos.

La planta que lleva el ajo tiene que adaptarse bastante bien al clima y al suelo; el máximo rendimiento viene de climas cálidos pero es cierto que también puede desarrollarse en climas templados de igual o mejor manera. En ocasiones, esta planta puede soporta hasta las heladas pero en cambio, no se pueden colocar en terrenos con excesiva humedad y necesita que el pequeño bulbo se vaya desarrollando con total libertad.

A diferencia de la berenjena, otra hortaliza de la que hemos hablado en este espacio, el ajo rechaza el abono con estiércol y por ello debemos de tener mucho cuidado en este punto, ya que es sumamente importante para el buen desarrollo y sobre todo, el sabor que coja después, que se respeten los parámetros que encontraremos en las instrucciones de plantación del mismo, ya que para que el ajo salga, necesitamos cantidades relativas de nitrógeno, óxido de potasio así como el anhídrido fosfórico, componentes ideales para su cultivo.

El cultivo de ajo es bastante popular y, además del intenso sabor que tienen su diente, esta hortaliza está galardonada por ser especialmente curativa y por estar en las dietas nutritivas, saludables y eficientes de todo el mundo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Acepto la Política de privacidad

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Subir