Los inconvenientes de la bolsa de plástico

Las bolsas de plástico son uno de los residuos de uso común más contaminantes que existen. Hay varias razones que explican esa afirmación: anualmente se fabrica en todo el mundo cerca de medio billón de bolsas; el reciclaje de las mismas cuesta ocho veces más que su producción, por lo que solamente una de cada cien se recicla; el proceso de degradación de la bolsa se prolonga durante mil años; las bolsas tiradas al suelo son fácilmente arrastradas por el agua a ríos, cañerías, lagos y mares; en su descomposición desprenden polietileno y otros sucedáneos del petróleo.

Al quemarse en la incineradora, las bolsas emiten gran cantidad de CO2; y en caso de ir a parar al mar, sus efectos son devastadores para las especies que las confunden con alimentos.

Más allá de los daños que causan estos residuos, hay que tener en cuenta que el desuso de las bolsas de plástico supone una reducción en el consumo del petróleo.

bolsas de telaSon muchos los países que ya le han declarado la guerra a la bolsa de plástico. Es el caso de China, Bangladesh, Irlanda, Taiwán, México, Gran Bretaña, etc. Existen dos alternativas al uso de este residuo contaminante: por un lado, podemos sustituir la bolsa de plástico por bolsas fabricadas en base a materiales biodegradables del estilo de la fécula de patata, el papel e incluso bolsas hechas con maíz o bolígrafos; por otro lado, tenemos en nuestras manos abandonar por completo las bolsas de un solo uso y utilizar en su lugar bolsas de algodón o tela, mucho más resistentes que las primeras.

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