¿Por qué usar bombillas ecológicas?

Sobran razones para cambiar las bombillas convencionales por la nueva generación de bombillas de bajo consumo. Con el tiempo, estas bombillas fluorescentes compactas irán abriéndose paso en nuestros hogares a expensas de las tradicionales bombillas incandescentes, compuestas por un filamento de tungsteno encerrado en un casquillo de vidrio. Por su parte, las lámparas fluorescentes constan de un bulbo de vidrio que aloja en su interior fósforo y  una pequeña cantidad de vapor de mercurio.

Las bombillas convencionales tienen las horas contadas y no son pocos los países que ya les han puesto fecha de caducidad.

A continuación pasamos a enumerar algunas de las ventajas energéticas y económicas de las nuevas bombillas con respecto a las antiguas:

- Las bombillas fluorescentes requieren entre un 50% y un 80% menos de electricidad que sus viejas parientes para generar la misma luz.

- Aunque son más caras, las bombillas fluorescentes acaban saliendo a cuenta debido a su menor comsumo y su incomparable longevidad. Mientras que una bombilla normal  alcanza una vida de unas 1.000 horas, la vida de las nuevas bombillas ronda las 12.000.

bulbo fluorescente- Las flurorescentes arrojan mucho menos CO2 que las bombillas incandescentes.

Aun así, se imponen unas buenas prácticas de uso en lo que respecta a las bombillas de bajo consumo, pues debe tenerse en cuenta que absorben gran cantidad de energía al encenderse, por lo que no se recomienda que se enciendan y apaguen constantemente. En caso de rotura, las bombillas fluorescentes deben ser recogidas con guantes, y se recomienda ventilar y ausentar a las personas de la estancia donde tenga lugar el accidente.

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