El perfil del pirómano
La temporada estival está por llegar en el hemisferio norte del planeta. Esto significa que se nos avecina la época propicia a los incendios forestales. Sabemos que los más de estos incendios son provocados por seres humanos, ya sea voluntaria o despistadamente. Y es igualmente sabido que muchos de los incendios provocados por seres humanos son obra de mentes enfermas y personas con problemas de adaptación social. Si etiquetamos los incendios según las siguientes categorías: sin sentido, por infracción o instrumental; nos encontramos que detrás de ellos hay tres perfiles tipo de incendiarios forestales.
En el caso de los fuegos sin sentido, el culpable es una persona que ronda los 40 años, de corta formación escolar, soltero, desempleado o trabajador en sectores industriales, presenta antecedentes penales y períodos bajo tratamiento psicológico, y en el momento del arrestro se muestra asustada.
En cuanto a los incendios por infracción, el arquetipo es el de una persona casada, con estudios, de unos 40 años de edad, residente en entornos urbanos y carece de antecedentes penales y trastornos neuróticos.
Por lo que respecta al tercero de los casos, el de los incendios causados de forma instrumental, hay que decir que el autor es de edad avanzada y, en este caso, está casado o bien vive en su juventud y cuenta con un buen expediente académico. Estos sujetos suelen tener antecedentes penales y algún grado de parentesco o relación con el propietario de las tierras quemadas.
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