Reciclaje de baterías y pilas
Dada la era del reinado de la tecnología en la cual nos encontramos inmersos, resulta lógico que una gran cantidad de desechos se encuentren relacionados con baterías y pilas, las cuales crean un importante problema de tipo medioambiental, dado que al desecharse han de ser descartadas como simple desecho urbano por su gran poder contaminante.
El reciclaje de este tipo de materiales surge precisamente de la necesidad de tener que reducir su integración dentro de los desechos comunes, ya que si tenemos en cuenta la gran cantidad de tóxicos y metales pesados que encontramos entre sus materias de fabricación capaces de contaminar tanto el agua como el suelo, se convierten en una de las principales causas contaminantes de la actualidad.
Conforme avanzamos, la necesidad del reciclaje de todo tipo de desechos se va convirtiendo en algo más que una simple opción personal, sobre todo cuando nos encontramos manipulando residuos de poder tan sumamente contaminante y peligroso como el que poseen las pilas.
Con este tipo de materiales ocurre que, una vez han agotado su vida útil, cuando los tiramos a la basura sin reciclarlos, estas llegan hasta los vertederos municipales donde sus metales y químicos tóxicos son liberados al agua a través de la lluvia o el gas que se produce al quemar los residuos.
Cuando no reciclamos las pilas estamos favoreciendo el impacto de este tipo de productos en el medio ambiente, del cual son responsables en mayor medida los lixiviados, al ser vertidos en basureros abiertos al aire libre los cuales tienen un poder contaminante muy similar al que podemos encontrar en materiales como el cadmio, el níquel, el mercurio o el zinc.
Tipos de baterías para reciclar
Dentro de la gran cantidad de variedades que podemos encontrar entre las pilas y baterías que utilizamos de manera habitual a día de hoy, podemos reciclar la gran mayoría de ellas, aunque por supuesto, existen algunos tipos que son más sencillos de reutilizar que otros. Un buen ejemplo de ello son las baterías fabricadas a partir del ácido o el plomo, las cuales son recicladas por completo en un porcentaje que supera el noventa por ciento. También son aptas para el reciclaje las pilas que utilizamos de manera habitual en aparatos electrónicos, entre las cuales podemos encontrar pilas alcalinas y pilas recargables.
Dentro del grupo de las más complicadas de reciclar encontramos las pilas de botón, las cuales tanto por su valor como por su elevado nivel de toxicidad, se convierten en un desecho que resulta imprescindible reciclar, de manera que antes de tirarla a la basura, trata de hacer todo lo posible por encontrar un punto verde donde poder deshacerte de ella.
En el caso de las baterías, podemos encontrar baterías de ácido y plomo, como por ejemplo las que utilizan los automóviles, la maquinaria industrial, las motos, los sistemas de alimentación, así como otros tipos de baterías utilizados con fines industriales, y las cuales son recicladas a través de procesos de neutralización de sus ácidos, y separación de los polímeros pertenecientes al plomo.
También podemos encontrar baterías fabricadas con óxido de plata, las cuales son las que podemos encontrar de manera habitual tanto en productos de juguetería, relojería o instrumental médico, las cuales son altamente peligrosas por su contenido en mercurio.
Precisamente por ser uno de los tipos de baterías más contaminantes, existen legislaciones que se encargan de regular la manera en la que las baterías de óxido de plata han de ser recicladas, con el fin de poder recuperar el mercurio que contienen y reducir así su impacto en el medio ambiente.
De manera que el reciclaje de baterías y pilas se convierte en uno de los más importantes de este proceso, ya que nos ofrecen la posibilidad de consumir de una manera responsable, así como de evitar que los productos químicos que incluyen tengan impacto en el medio ambiente.
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