Aralia de Japón
La aralia de Japón (Fatsia Japonica), a la que de forma común llamamos árbol de angélica, es un arbusto que pertenece a la familia Araliaceae que contiene unas 68 especies diferentes dentro de su propia flora. Este arbusto se caracteriza por tener las hojas siempre verdes y respirar en zonas apropiadas para la sombra así como aquellas que no se dan al frío por tanto, podemos decir que esta plata funciona mucho mejor en los espacios cálidos que en aquellos en los que caen algunas temporadas de helado. Como detalle diremos que además, son de un aspecto bastante exótico aunque teniendo en cuenta que las zonas de donde proviene son de Japón y de Corea, puede que eso no resulte extraño.
¿Cuáles son las características principales de la aralia de Japón?
Como ya hemos adelantado, la aralia de Japón es un arbusto de gran tamaño que tiene su origen en Japón y Corea donde se da en zonas muy cercanas al mar. De la misma manera que hemos dicho en el párrafo de introducción, las aralias no están hechas para zonas muy frías pero en cambio, sí que necesitan la humedad para crecer en condiciones por ello, pensamos que se dan en terrenos donde el mar está más próximo.
La aralia de Japón cuenta con unas hojas de un color verde de lo más intenso además de bastante brillante que le da un toque muy atractivo a la planta y por ello en ocasiones, se usa bastante para adornar algunos interiores (en Japón se pueden encontrar ejemplares de esta plata situados en restaurantes y hall de hoteles, por ejemplo) En la etapa de maduración de las hojas, esta planta deja caer aquellas que están más viejas para dar paso a algunas más nuevas. Cuando existen "calvas" alrededor de la rama, el resto de hojas se van agrupando en la parte superior de la misma para devolver la belleza general a la planta.
Si hablamos del crecimiento que tiene la aralia de Japón, ésta siempre se ve crecer con mucha rapidez y puede incluso medir hasta cuatro metros de altura en algunos casos (por lo general, no crecen más de esto) aunque sí que podemos podarla en el caso de que no queramos que se vea con tanta altura. Las flores de una aralia de Japón quedan reunidas en grupos esféricos que vienen a aparecer en los extremos de los tallos. Los meses que conocemos en los que florece esta fatsia japonica son los de octubre y noviembre cuando el clima está medianamente templado y va tirando a frío.
La aralia japónica dispone de múltiples beneficios para la salud que es bueno tener en cuenta de cara a la mejora de nuestro organismo y, en más de una ocasión ha sido un elemento clave en la medicina tradicional. No obstante, las propiedades curativas que contiene esta fatsia japonica no están aún muy estudiadas por ello, hemos hablado más de los dotes decorativos que tiene la misma que de lo que puede hacer en nuestro cuerpo en sí.
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