Biocombustibles

Se denominan biocombustibles o biocarburantes a los tipos de combustibles, ya sean líquidos, sólidos o gaseosos, que provienen de la biomasa. Pero... ¿sabes todo acerca de estos?

Y es que durante este siglo ha comenzado un nuevo periodo al que la economía y los grandes grupos empresarios aún tienen que acostumbrarse, puesto que ya no habrá un único y principal combustible como ocurrrió con el petróleo, sino diferentes fuentes alternativas para poder satisfacer la demanda.

Los biocombustibles son solo una parte del mix de energías que se están utilizando o se utilizarán para diferentes usos y con menor generación de contaminación.

En este artículo vamos a contarte todo lo que necesitas saber sobre los biocombustibles, incluyendo una definición clara, sus características, ventajas, desventajas y más. Sigue leyendo para no perderte de nada.

Contenido del artículo

¿Qué son los biocombustibles?

Los biocombustibles son aquellos combustibles que se obtienen directamente de la biomasa, y se caracterizan principalmente por no liberar emisiones netas de carbono al liberar CO2.

Son también conocidos como biocarburantes y son utilizados mayoritariamente por los motores de combustión interna, siendo más recomendados que los combustibles o carburantes convencionales.

Significado de biocombustible

La palabra biocombustible es un neologismo, es decir, está formada por un elemento compositivo y una palabra adicional.

En este caso, el elemento compositivo es bio, el cual deriva del griego βίος, cuyo significado es vida. La palabra adicional es combustible, que deriva de combustión.

¿Cómo se obtienen los biocombustibles?

¿Cómo se obtienen los biocombustibles?Los biocombustibles se obtienen directamente de la producción y posterior procesamiento de ciertas plantas.

 

En Estados Unidos, por ejemplo, el pasto varilla, las semillas de soja y el maíz son las principales fuentes de las cuales se obtienen biocombustibles.

En otros países, como en Brasil o algunas naciones europeas, se obtienen de la caña de azúcar, de la remolacha y del trigo.

Ejemplos, clases y tipos de biocombustibles

Los biocombustibles se clasifican en tres tipos:

  • Primera generación: se producen por medio de tecnologías convencionales, en las cuales se utiliza azúcar, almidón y aceite como fuentes principales.
  • Segunda generación: en comparación a la primera generación, los biocombustibles de segunda generación generan menos emisión de gases pero son más difíciles de producir, ya que se utilizan materias primas de biomasa leñosa o fibrosa.
  • Tercera generación: esta generación de biocombustibles también se conoce como biocombustibles avanzados, y se producen a partir de la fermentación del carbohidrato de las algas.

Entre estas generaciones podremos encontrar ejemplos de biocombustibles, tales como los que mencionamos a continuación:

  • El biodiesel.
  • El bioetanol.
  • El biometanol.
  • El biobutanol.
  • El biogás.
  • Otros combustibles, como la madera, el carbón vegetal y el aserrín.

Ventajas de los biocombustibles

Los principales beneficios de los biocombustibles son los siguientes:

  • Son fáciles de transportar.
  • Bajo coste económico.
  • Provienen de fuentes renovables.
  • Reducen las emisiones de gases de efecto invernadero.
  • Seguridad económica para los países que no pueden acceder naturalmente a otros combustibles.

Desventajas de los biocombustibles

Seguidamente os mencionamos los principales inconvenientes de los biocombustibles:

  • Limitaciones según la región.
  • Su generación ocupa terreno que puede ser utilizado para el cultivo de alimentos.
  • Sobreexplotación y degradación del suelo para obtener mas producción.

Uno de los mayores temores sobre los biocombustibles es que los productores decidan vender sus cultivos como combustible y se produzca una baja en la producción de alimentos para consumo humano, provocando una gran inseguridad alimentaria.

La preocupación es valida, pero con alguna salvedad, ya que, por más que se utilizaran todos los cultivos de todo el planeta para la fabricación de combustible, este no alcanzaría para abastecer la demanda y menos a largo plazo, por lo que no tendría sentido este tipo de comportamiento.

Con regulación y controles por parte de las autoridades de cada país, y estableciendo acuerdos sobre precios y utilización de las cosechas, se puede gestionar sin demasiados problemas.

Al respecto, se puede vender una parte para estos fines y el resto para el consumo humano, o vender restos de productos ya utilizados y que pueden ser reincorporados a la cadena de producción, reduciendo el riesgo de problemas de acceso a alimentos por esta causa.

Además, se pueden exigir producciones ambientalmente responsables para evitar la degradación del suelo.

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