La población de abejas cae en picado

Es un hecho que la población mundial de abejas está reduciéndose por momentos. La causa de esta desgracia está en la pérdida de biodiversidad: sabemos que las abejas que se alimentan de más variedad de plantas disfrutan de un sistema inmune más robusto, con lo que afrontan con más seguridad las invasiones patógenas de todo tipo. Tales son las conclusiones a las que ha llegado un grupo de investigadores franceses, unos resultados que esta semana ha publicado la revista Biology Letters. Según este estudio, las abejas que disponen de un sistema inmunológico más fuerte, es decir, aquellas que liban distintos pólenes son capaces de esterilizar más eficazmente la comida destinada al sustento del enjambre.

Lo que está claro es que hay una relación de dependencia entre la población de plantas y la de abejas. De acuerdo con esta simbiosis, una disminución del número de plantas repercute negativamente en las colonias de abejas y a la inversa. Plantas y abejas se necesitan mutuamente en la medida en que aquellas alimentan y protegen inmunitariamente a los insectos y estos, a su vez, colaboran decisivamente en la poliniación y reproducción floral.

El estudio realizado por el Instituto Nacional para la Investigación Agrícola de Francia demuestra que las abejas alimentadas a base de una compota de diversos pólenes mostraban tasas más altas de glucosa oxidasa, proteína encargada de proteger la comida y la miel de las colonias apícolas. La solución exige sembrar nuevas flores silvestres que abastezcan de polen en sus múltiples variedades a las abejas.