Nace la vida artificial

Puede que tenga que pasar el tiempo para medir el verdadero alcance de esta noticia, pero Craig Venter y su equipo de científicos han anunciado la creación de una bacteria sintética en su laboratorio. Y la noticia, por sí sola, ya es lo suficientemente impactante. La bacteria en cuestión ha sido bautizada como mycoplasma mycoides JCVI-syn 1.0, y su genoma ha sido sintetizado en la probeta letra por letra. Estamos en los orígenes de lo que puede llegar a ser toda una revolución científica, pues es de suponer que vayan a diseñarse nuevos organismos más complejos. El futuro está aquí, como quien dice.

El mycloplasma mycoides JCVI-syn 1.0 se ha creado según el código genético del mycoplasma mycoides, su espejo en la naturaleza. Antes se habían diseñado ciertos virus en los tubos de ensayo, pero los virus no son más que parásitos de las células que invaden y no se los puede considerar organismos independientes. La creación de esta bacteria ya son palabra mayores.

Este invento biotecnológico implica cuestiones de tipo moral en la medida en que abre la puerta a la posibilidad de mercantilizar la vida. No en vano, esta bacteria va a tener asignada una patente, que además es privada, pues el laboratorio de Craig Venter también lo es. Pero hay una pregunta previa: ¿podemos considerar que esta bacteria, compuesta por un ADN mínimo, es un ser vivo?