Dragón de komodo
El dragón de Komodo es prehistórico, pero actualmente se encuentra en peligro de extinción.
Tras la extinción de los dinosaurios, las especies que quedaron en la Tierra fueron evolucionando con el fin de adaptarse a las condiciones cambiantes de nuestro planeta hasta encontrarnos en la actualidad.
Sin embargo, hay especies como es el caso del dragón de Komodo que mantiene las características iniciales, sin haber sufrido prácticamente ningún cambio evolutivo desde su primera aparición y además, consigue sobrevivir, por el momento.
Características principales
Como reptil saurio, es el más grande que existe en la actualidad, ya que puede alcanzar una longitud de tres metros y medio, y pesar entre 80 y 140 kilos. Hay una diferencia notable de tamaños entre los machos y las hembras de esta especie.
Durante el día, el dragón de Komodo aprovecha las horas más calurosas para inactivarse y tomar el Sol, y de este modo captura energía, al tratarse de una especie electroterma.
Una de las características que llama más la atención es que la longitud de su cola es la misma que la de su cuerpo y la usan tanto como herramienta de equilibrio, tanto como arma de combate.
Para cazar, suele ocultarse entre la vegetación y sorprender a la presa con un solo ataque, pero el dragón de Komodo es capaz de alcanzar los 20 km/h en caso de tener que perseguir a su comida.
A pesar de su apariencia, esta especie es muy buena nadadora e incluso puede trepar árboles con facilidad.
Su dieta se compone de todo tipo de insectos, ciervos, animales de ganado, incluso caballos, aves o búfalos, siendo totalmente carnívoro. El dragón de Komodo destaca también por su saliva tóxica, ya que al moderar a la presa, aunque no la mate en el acto, las bacterias de su saliva se introducen en el cuerpo de la víctima y en cuestión de dos días fallece. El ejemplar de dragón que le había atacado, le sigue durante este tiempo para poder alimentarse de la presa muerta.
Localización y hábitat
El dragón de Komodo siempre ha habitado en las islas de Indonesia, como es el caso precisamente de Komodo, Gili, Flores, Rinca y Motang.
Suele encontrarse en llanuras y sabanas, así como en zonas rocosas con poca vegetación y bosques poco profundos.
Amenazas
Actualmente el dragón de Komodo se encuentra en la lista roja de especies en peligro de extinción de la IUCN, bajo la etiqueta de 'Vulnerable', de modo que su situación no es la más crítica, pero sí puede ir empeorando con el tiempo.
La principal amenaza de la especie es la destrucción de su hábitat, debido al continuo crecimiento de la población en las zonas dónde se encuentra, y la expansión de los terrenos dedicados a la agricultura.
Por otro lado, los terremotos característicos de la zona, la actividad de los volcanes y los incendios, hacen que la subsistencia de esta especie sea cada vez más precaria.
Lo cierto es que es una especie que está protegida y las medida de conservación son considerables. Muchos de los dragones de Komodo están en cautividad, recibiendo todos los cuidados necesarios, mientras que la caza furtiva está penada con diez años de cárcel.
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