Oncilla
La oncilla es una especie que ha entrado en la lista roja de la IUCN como vulnerable.
Se trata de un felino salvaje de pequeñas dimensiones que su apariencia hace pensar que es manso, pero realmente se trata de un depredador. Podría pasar perfectamente por un gato doméstico si no fuera por sus manchas características.
Se ha planteado la opción de dividir la oncilla en dos especies ya que existen diferencias notables entre ejemplares situados en una zona y otra.
Características principales
Lo cierto es que se sabe bastante poco acerca de la oncilla, también conocida como leopardo tigre o gato atigrado, y tiene mucho en común con cualquier gato doméstico moderno, especialmente el maullido.
Se caracteriza por tener un pelaje lanudo y tiene los colores propios del leopardo, adquiriendo tonalidades de marrón y anaranjado, juntamente con manchas negras. Tiene el vientre y parte de sus patas de color blanco.
Tiene una longitud de cuerpo y cabeza situada entre los 42 y los 65 centímetros, mientras que su cola puede alcanzar los 34 centímetros. Su peso oscila entre 1.3 y 3 kilos. Esto significa pues, que por regla general, es incluso más pequeño que cualquier gato doméstico.
Su máxima actividad de produce por la noche, aunque de día también realiza acciones, de modo que necesita pocas horas de descanso para rendir al máximo.
Su dieta se compone de mamíferos de pequeñas dimensiones, así como todo tipo de roedores, pájaros, lagartijas o huevos, incluso anfibios. Tiene una esperanza de vida en libertad que suele situarse en los once años, mientras que en cautividad, la oncilla alcanza los diecisiete años.
Localización y hábitat
Este felino es propio de América del Sur, de modo que lo podemos encontrar en diferentes territorios, desde Argentina hasta Costa Rica, aunque no se deja ver fácilmente cuando hay presencia humana.
Habita en densos bosques a poca altitud, ya que no lo encontraremos por encima de los 3.200 metros sobre el nivel del mar. Las selvas húmedas son sus lugares favoritos para realizar su vida.
La mayoría de las oncillas están situados fuera de las zonas protegidas, de modo que aunque sea una especie en peligro de extinción, su protección no está asegurada.
Amenazas
La principal amenaza de este felino, del mismo modo que ocurre con los demás especies similares es la caza. Su piel manchada adquiere un valor importante en el mercado. Las tribus de las selvas la usan como prenda de ropa.
La destrucción de su hábitat también es una amenaza presente y cada vez más preocupante ya que hace que la oncilla se concentre en zonas más concretas y su población se va reduciendo notablemente.
Otra amenaza es la presencia del ocelote, un animal que compite con la oncilla para conseguir las mismas presas y pueden haber enfrentamientos. A pesar de que la presencia del ocelote va descendiendo, todavía supone una amenaza para esta especie.
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